Elias Canetti sobre la pasión:
Una pasión puede ser inefablemente hermosa si, liberándose de la sujeción, el orden y la conciencia, vuelve a ser ciega e irreflexiva. De esta forma se salva, al amenazar con la destrucción. Quien vive sin pasión no vive; quien la domina siempre vive a medias; quien es destruido por ella al menos ha vivido; quien la recuerda tiene futuro, y quien la ha proscrito no tienen más que pasado.
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